Conocimiento y dispersión intelectual

Escrito el: 09/19/2023 por Club de Lectores Gorki

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El conocimineto se debe administrar, de lo contrario nos dispersamos.

Administrar el conocimiento

¡Qué difícil es concentrarse en los talentos y especializarse! Adquirir nuevos conocimientos de diferentes disciplinas se puede convertir en un hábito poco fructífero, si no se sabe administrar.


    Pensadores de la antiguedad

    Si uno menciona la palabra Platón, inmediatamente lo asociamos a la filosofía, a su teoría de las ideas, de las formas, y aunque su obra es vasta, como nos lo revelan sus Diálogos, el filósofo griego es esencialmente un sabio de la filosofía.

    Lo mismo sucede con Euclides, pues al mencionarlo, inmediatamente lo asociamos con las matemáticas y su gran legado, Los elementos, una obra que ha sido el fundamento de las matemática y ciencia occidental. La geometría euclidiana, aunque superada desde el siglo XIX, aún resuena y un símbolo de simplicidad y belleza matemática.

    Uno dice Homero, y el gran poeta nos deslumbra con sus centelleantes obras, La Ilíada y la Odisea, dos obra cuya belleza épica es insuperable. Sus personajes, Aquiles, Ulises, Agamenón, entre muchos más, son arquetipos de la humanidad.

    Ellos fueron especialistas y se concentraron en sus talentos.

    Pensadores contemporáneos

    En la época moderna, uno menciona a Descartes, y aunque su fama es más de filósofo, el lector avezado sabe que se trata más bien de un matemático, el creador de Geometría analítica, el fundamento de las matemáticas modernas. Fue precisamente su formación matemática la que lo llevó a su duda razonable, y su célebre frase, “Pienso, luego existo”.

    “Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes”, decía Isaac Newton, el creador de la teoría de la gravedad y uno de los fundadores del Cálculo diferencial e integral. Decir Newton es asociarlo a la Física, y desde luego a la Matemática, un genio excepcional.

    Newton, a pesar de su obra monumental y considerado uno de los pensadores más geniales de todos los tiempos, tuvo períodos de dispersión, y pasó muchos años de su vida, practicando alquimia y haciendo investigaciones bíblicas. Sus años maravillosos fueron seguidos de años de dispersión, y posiblemente, su legado hubiere si aún mayor si se hubiera concentrado en forma permanente en sus talentos.

    Uno habla de William Shakespeare, e inmediatamente lo asociamos a la poesía, al teatro, a sus grandes obras y sus personajes, como Hamlet, Macbeth, Otelo, el Rey Lear. El dramaturgo británico es un gran ejemplo de la concentración en sus talentos, y aunque no todas sus obras fueron de su autoría, las recreó de una manera tan genial que hasta ahora parece insuperable.

    Hablar de Leonardo da Vinci, es más complejo, pues el gran sabio italiano del renacimiento abarcó muchas áreas del conocimiento, pero su caracterización fundamental es la de un gran inventor, un creativo excepcional, y aunque tuvo sus años de dispersión, sus inventos aún son objeto de estudio y admiración.

    Ellos fueron especialistas y se concentraron en sus talentos.

    Albert Einstein

    Aunque la galería es interminable, quiero mencionar a Albert Einstein, uno de los físicos teóricos más excepcionales, por ser el creador de la teoría de la relatividad, entre otros muchos aportes a la Física. Y aunque podemos imaginarnos a Einstein solitario y tocando sus violín, él no es un Beethoven, sino esencialmente un físico, cuya obra es el fundamento moderno de la ciencia.

    Einstein es tal vez uno de los genios de mayor concentración de todos los tiempos, pero desde luego, tuvo el apoyo de diversos matemáticos, para la conformación final de su teorías. Al igual que Newton, nos legó algunas ecuaciones matemáticas que son expresión de sencillez y belleza.

    Bertrand Russell es otro de esos pensadores que ganó mucha fama como filósofo y hasta ganó el premio nobel de literatura, pero Russell es esencialmente un matemático, un especialista de la Lógica simbólica, y sus Principios matemáticos, escrito en colaboración con Alfred North Whitehead, es monumental.

    Buscar la especialidad

    Cada uno de estos personajes, desde luego tuvieron sus tentaciones intelectuales hacia la dispersión, y algunos de ellos se dispersen en otras disciplinas, pero en sus años maravillosos se concentraron en sus talentos.

    He mencionado a estos grandes pensadores, para enfatizar en la advertencia que nos hace Peter Drucker, en el sentido que uno no puede desarrollar su rendimiento basándose en sus puntos débiles, más aún cuando se trata de algo que no sabe hacer.

    Drucker nos recuerda que todos tenemos una gran cantidad de áreas en las que no contamos con ningún talento o habilidad y que empeñarnos en hacer algo en la que no tenemos fortaleza solo nos lleva a la mediocridad.

    “Lleva mucho más trabajo y energías perfeccionarse a partir de una incompetencia para llegar a ser mediocre, que perfeccionarse de un desempeño muy bueno para llegar a ser excelente”, nos recuerda el manager norteamericano en gerencia.

    La tentación por dispersarse en el vasto mundo del conocimiento y rehuir a la especialidad es una tentación permanente, por eso debemos reflexionar en sobre ello y preguntarnos cuáles son nuestras fortalezas y concentrarnos en ellas.

    Desde luego para lograrlo a veces necesitamos la pequeña ayuda de un amigo. La dispersión intelectual nos puede llevar a un hoyo negro y convertirnos en profesionales mediocres.

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